BRIGADIER ESPAÑOL JOSÉ RAMÓN RODIL Y GAYOSO (1789-1853)

La batalla de Ayacucho (1824) puso fin al virreinato del Perú; sin embargo, Rodil y Gayoso, comandante militar de las fortalezas del Callao, se negó a acogerse a la capitulación de Ayacucho confiando en que aún podría recibir refuerzos de España

Brigadier José Ramón Rodil y Gayoso, marqués de Rodil

De los mejores jefes superiores del Real Ejército Español que guarneció el Perú, especialmente cuando España atribulada por la invasión napoleónica se preparaba para darle feroz resistencia, fue el brigadier José Ramón Esteban Mateo Rodil y Gayoso, célebre por su terquedad, muchas veces marcada por la crueldad, de sostenerse en los Castillos del Callao, con la inútil esperanza de ayuda de una España empeñada a su vez en arrojar a los franceses de sus tierras ocupadas por Napoleón.

Asediado por tierra y por mar, en la Fortaleza del Real Felipe y los Castillos del puerto resistió un sitio de casi dos años; contaba para su defensa con los veteranos regimientos Real de Lima y Arequipa junto a los soldados independentistas desertores que se le habían unido. Se habían refugiado al igual que muchos nobles de Lima, entre ellos el Marqués de Torre Tagle, familia y sirvientes, también en el Callao millares de civiles realistas que perecieron en gran número por hambre y enfermedad. Finalmente, el 22 de enero de 1826, cuando casi todos sus soldados habían muerto y los sobrevivientes se alimentaban de ratas, Rodil aceptó capitular ante el comandante del asedio el general venezolano Bartolomé Salom.

La asombrosa resistencia del jefe realista mereció que Simón Bolívar dijera a Salom después del triunfo, cuando este último pedía la máxima pena para el jefe realista: “El heroísmo no es digno de castigo”. Rodil obtiene condiciones honrosas en la capitulación llevando consigo las banderas de sus regimientos que fueron las últimas en abandonar el Perú. Con la entrega del Callao, desapareció el último ejército español de América del Sur. Regresó a la península en 1826 como Mariscal de Campo por haber defendido heroicamente El Callao, y por sus méritos militares se le otorgó en 1831 el título nobiliario de marqués de Rodil.

Unido a los liberales, con ocasión de la reorganización militar llevada a término por la Regente María Cristina de Borbón a la muerte de Fernando VII, fue encargado de perseguir y capturar al pretendiente al trono Carlos María Isidro de Borbón, hermano del difunto rey, pero la tarea fue vana al estar este refugiado en Portugal. Durante la Primera Guerra Carlista fue nombrado General en Jefe del Ejército del Norte y virrey de Navarra (en julio de 1834), enfrentándose a Zumalacárregui, que le derrotó y provocó su fulminante destitución, cuatro meses después.

Fue fundador y organizador del Cuerpo de Carabineros con el nombre de Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras por Real Decreto de Fernando VII el 9 de marzo de 1829 en tiempos del ministro de Hacienda Luis López Ballesteros. Pocos años después, en 1833 pasa a denominarse Carabineros de la Real Hacienda dependiendo de la Dirección de Rentas Estancadas del Ministerio de Hacienda. Su dependencia de Hacienda hace que los carabineros entren en un estado de abandono. En 1842 el Cuerpo de Carabineros estaba totalmente desacreditado y era totalmente inoperante. Ese mismo año se encomienda al mariscal de campo Martín José de Iriarte, la organización del Cuerpo de Carabineros del Reino, para sustituir a los de la Real Hacienda.

Posteriormente tuvo varios destinos administrativos fuera del frente de batalla como Capitán general. Hombre de la confianza de Baldomero Espartero, cuando este alcanzó la Regencia en 1840 le nombró presidente del Consejo de Ministros en 1842. Con anterioridad había sido ministro de la Guerra, Diputado y Senador. Fue Gran Maestro Masón desde 1837 hasta 1851.

Falleció en Madrid el 20 de febrero de 1853, a los 64 años de edad.

Bibliografía empleada

El drama Rodil: drama en tres actos y un prólogo, escrito en prosa y verso, escrito por Ricardo Palma y publicado en 1851, está vagamente basado en el asedio a la Fortaleza del Real Felipe y la resistencia de Rodil. (Ver)

Obras

Manifiesto y causa del Teniente General Marqués de Rodil. Documentos importantes a la época contemporánea, publicados por él mismo. Madrid, 1838.

20 comentarios en “BRIGADIER ESPAÑOL JOSÉ RAMÓN RODIL Y GAYOSO (1789-1853)

  1. Siempre Querido amigo Fernando: Mo podía falta a este modesto Blog la importancia y profundidad de tu comentario y que en el caso del brigadier Rodil se hace doble y sumamente importante para nuestros pueblos hermanos. Un fuerte abrazo y reitero mi agradecimiento

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  2. Querido amigo Luis
    He disfrutado de tu magnífico relato sobre la vida y la muerte de este esforzado brigadier. Una vida sin duda complicada e intensa. Tu texto, como siempre, está lleno de sabiduría y de datos sobre la historia de tu país… y del mío.
    Muchas gracias por compartir tus conocimientos y tu buen hacer como escritor.
    Un abrazo
    Cuídate mucho

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  3. Interesante comentario basado en consideraciones geopolíticas que al parecer, y leídas la memorias del insigne militar gallego, no habría tomado en cuenta Rodil sino de otras más pragmáticas. Presente dentro del ejercito real que comandó infructuosamente el Teniente General de Chile Casimiro Marcó del Pont y luego del desastre de Chacabuco, Rodil tomó el mando de la guarnición sublevada en el Real Felipe del Callao con la única mira de no cejar en la defensa de los derechos sobre el virreinato del Perú y en espera de los refuerzos que le llegarían de España, se negó a entregar aquella fortaleza y menos su bandera. Su sitiador, el general Salom, pese a sus ataques ventajosos no pudo conseguir un ápice de flaqueza sino el desprecio y el plomo de las abastecidas baterías del Real Felipe. Fue el escorbuto y el hambre que ablandó un tanto el carácter del defensor español, quien condicionó su capitulación a puntuales condiciones que les fueron concedidas para admiración de su enemigo Bolívar. Muchas gracias amigo Carlos y un fuerte abrazo.

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  4. Rodil dueño de un recio carácter militar, veterano de las luchas emancipadoras presente en Chacabuco tomo el mando en los castillos del Real Felipe del Callao y mantuvo firme la guarnición leal al Rey y el contingente de refugiados realistas que se refugiaron en aquella fortaleza donde encontrarían la muerte entre plebeyos y nobles, El hambre y el escorbuto los diezmó. En aquellos numantinos momentos capituló la plaza con severas y puntuales condiciones que le fueron concedidas. Un carácter de primer orden digno de ser emulado. Muchas gracias por su comentario y un cordial saludo

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  5. Mi estimado Lucho Siabala,felicitaciones por tú buen trabajo de un pasaje histórico,de la Independencia del Perú.También hubo honorables militares españoles como José Ramón Rodil Cayosso.

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  6. Mi muy estimado Luis Siabala:

    Excelente información cuyo detalle yo no conocía, y muy bien explicado.
    Mi opinión sobre el asunto es lo siguiente:

    En este relato histórico se detecta una contradicción de aquella época, pues en Europa los españoles luchaban para evitar que los franceses los “conquisten”, sin embargo, esos españoles “conquistaron” a Centro y Suramérica (con la excepción del actual Brasil), explotaron por 3 siglos a los valiosos recursos naturales, humillaron y diezmaron a los nativos, y se negaron a retirarse de donde jamás les perteneció.

    Entre los siglos XVIII y principios del XIX, el imperialismo perdió gradualmente la sumisión del débil, por ello algunos territorios se independizaron del oprobioso coloniaje y conformaron nuevos países que pugnaron por ejercer la soberanía total en su territorio.
    Durante tal evolución política, (a) cada país asumía la obligación de defender su soberanía en su territorio, y a la vez (b) las potencias imperialistas respaldadas por su poder bélico seguían sintiéndose propietarias de los territorios conquistados.

    Posiblemente, por tales conceptos de esa época, el brigadier español Rodil creyó tener razón en aferrarse a parte del territorio incaico conquistado por España, mientras “en Europa, España luchaba por lo opuesto”, es decir, combatía para no ser avasallada por Francia.

    Discúlpame que las siguientes frases se refieran a nuestro presente:

    Desde la independencia, hemos tenido tiempo de sobra para construir nuestro destino, pero han sido 2 siglos de lucha sin éxito, todas las excolonias de España en Centro y Suramérica solo se han convertido en países subdesarrollados.

    Creo que seguimos aferrados al antiguo concepto colonial de que el desarrollo socio- económico debe basarse en la explotación extractiva de nuestros recursos naturales y no vemos que las naciones modernas crean su riqueza en base a su industrialización. Aparte de lo anterior, hemos permitido que unos pocos corruptos se adueñen del gobierno y que el 80 % de la población subsista en una “bolsa informal”, informales que contribuyen poco o nada para el desarrollo nacional.

    Carlos Urquizo

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  7. Es un notable contraste, Bolívar, quien en el fondo nunca quiso al Perú y finalmente le declaró la guerra, salva la vida de Rodil, frente a los requerimientos del ineficaz general Salom con aquella frase digna y hermosa: En cambio, San Martín, el magnánimo protector se equivocó al mandar destruir las armas de España que lucían al frente de la gran puerta de la Gobernación del Real Felipe. Un saludo apreciado amigo.

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  8. Estimado Lucho, interesante artículo sobre Rodil y su resistencia en el Real Felipe, en la naciente República del Perú. Revela trayectoria inédita a su retorno en España. Seguimos en contacto. GLA

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  9. Gracias amigo Alberto Prieto, en efecto el cabal comportamiento del brigadier Rodil, llegado de regreso a España, laureado por los acontecimientos del Callao, le hicieron merecedor al título de marques de Rodil. Un afectuoso saludo y muy reconocido por el comentario..

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  10. Cada parte de la historia de cada personaje de la misma es interesante y apasionante y ésta no es menos. Rodil, de lo que puedo apreciar y así lo hace saber este recuento, por su carácter pudo lograr muchos premios nobiliarios y gran posición militar y social.

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  11. Gracias por ese estupendo comentario querido amigo Soto. Rodil hubiese despreciado al actual líder judío (con antecedentes terroristas) que está cebado en un pueblo que fue despojado por el sionismo sin miramiento alguno. Pero es posible que esta situación no dure mucho, para bien de la coexistencia pacífica. Un fuerte abrazo

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  12. Gracias hijo, en efecto Rodil es un ejemplo del hombre civil o militar tesonero y correcto con sus principios y D. José de San Martín cometió un craso error al mandar destruir las armas de España que se mostraba a la entrada de la Gobernación del Castillo, gesto mezquino que no se condice con su espíritu generoso. Bolívar, a quien el Perú desde mi modesto parecer, en verdad muy poco debe, supo aplacar las iras de vindicta del general Salom, su sitiador ineficaz, Pero la historia está hecha de estos jirones que sirven de ejemplo para las generaciones futuras. Un fuerte abrazo.
    Tiene mi permiso para incluir, cuando gustes, este artículo en tu prestigiosa y ya popular revista Universo y Cultura, con mi gratitud.

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  13. Mi querido Manuel, gracias por el concurso de tu pluma, Felizmente quienes de alguna manera gustamos de la historia de nuestros pueblos dejamos notas, aunque someras, que resultan importantes. Espero que os encontréis bien al igual que la familia. Un fuerte abrazo y hasta cualquier momento,

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  14. Cuantas cosas olvidadas en el tiempo y también por no estudiarlas en la clase de historia , tal que poco a poco en el tiempo  va desapareciendo de los institutos y universidades . Saludos  

       Si recibes este correo y no es para ti ¡elimínalo!  ha existido un error , no te hagas participe del mismo y no lo propagues, piensa, que hay una ley que  nos ampara. 

         Y… si lo quieres reenviar, por favor mándalo con copia oculta (cco) nos beneficias a todos, muchas gracias   Manuel

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  15. Muy enriquecedora la información del brigadier José Ramón Rodil, terminados sus servicios por la derrota de Ayacucho.

    Me ha sido grato conocer el carácter tenaz y patriótico de este soldado del Rey que gozó de la admiración de Simón Bolívar, una personalidad que no cejó en la España de las guerras carlistas al defender los intereses del Rey contra aquellos que luchaban bajo el lema de «Dios, Patria y Rey», en abierta oposición reaccionaria al liberalismo. Rodil defendió tenaz la monarquía tradicional y los derechos de la Iglesia con el mismo ímpetu de los días del Real Felipe.

    En el puerto del Callao tenemos el testimonio histórico de su presencia en aquella fortaleza, quizás por una sombra siempre presente invocada por las reliquias y paredes de enormes piedras que silenciosas nos hablan de tragedia y heroísmo durante los cruentos días de la independencia de América avivadas por las corrientes libertarias masónicas.

    Felicitaciones Dr. Siabala. Pido autorización para publicarla en «Universo y Cultura».

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  16. Es admirable el coraje y la valentía de este general español José Ramón Rodil.
    Rechazó la Capitulación de Ayacucho y resistió, bajo un bloqueo total, a las tropas independentistas dentro del Castillo Real Felipe durante casi dos años que resultaron infructuosos. Sin embargo, Bolívar le perdonó la vida en reconocimiento a su heroísmo. Gran diferencia con un Netanyahu que cegado por el odio descarga ira incluso contra niños inocentes. Buenas lecciones de historia Dr. Siabala. Gracias por compartir

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  17. Me quedo con lo de : “El heroísmo no es digno de castigo” lo cual terminó salvándole, gracias por recordarnos estos acontecimientos históricos y que no queden en el olvido.

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